Artes y oficios de Indonesia (Parte III)

Las cosmologías animistas del sudeste asiático contrastan los mundos superior e inferior del espíritu y el instinto, masculino y femenino, luz y oscuridad, sol y luna, aire y agua. Las representaciones en el arte reflejan esa estructura del cosmos en capas. Los pájaros habitan el mundo del intelecto y el espíritu; el reino de los dioses y los antepasados. Los reptiles superiores simbolizan el mundo inferior de fertilidad, energía instintiva y fuerzas sobrenaturales que pueden ser no solo creativas, sino también demoníacas. Los seres humanos ocupan el espacio entre los mundos superior e inferior y, para prosperar, deben aprovechar las fortalezas de ambos. Los búfalos de agua con sus grandes cuernos que aran los campos de arroz representan la fertilidad y la autodefensa; los caballos y los ciervos simbolizan


la nobleza y el poder masculino. Figuras ancestrales y los barcos, invocan la protección e intervención del mundo espiritual y la autoridad del pasado. Las complejas figuras fantásticas que combinan las características de las aves, los reptiles y las bestias de sangre caliente confieren protección y buena fortuna. La función de este arte es representar e invocar la unidad de diferentes reinos para crear equilibrio cósmico y beneficencia. En consecuencia, la frecuente combinación de motivos masculinos y femeninos evoca una respuesta mas compleja de la que podría tener en Occidente. En el arte indonesio, la unidad de hombre y mujer es un poderoso símbolo del universo ordenado en lugar de un tema de interés sentimental. En el mundo animista, el estatus de las mujeres era naturalmente alto y, en consecuencia, las artes de las mujeres no se han percibido como meramente domesticas o decorativas, ni tampoco la distinción entre arte y oficios, que es entendido en Occidente, ha sido de importancia en el pensamiento indonesio. En culturas tan distantes como las de Kalimantan y las islas orientales de Nusa Tenggara, el arte textil ha sido descrito como el camino de la guerra de las mujeres; el equivalente en valor social y gloria a la caza para el hombre.

Los aspectos de estos patrones de pensamiento antiguos, pero persistentes, se asemejan a los conceptos chinos del Yin y Yang. También dan cuenta de las actitudes de Indonesia hacia los materiales a partir de los cuales se hacen excelentes obras de arte y artesanía, y el papel que juega el género en la producción. Las sustancias u objetos que se consideran naturalmente duros, o duros y calientes, se consideran masculinos; estos incluyen el metal y la madera, que tradicionalmente son trabajados por hombres. Los que son frescos y suaves, como la tela y la cerámica sin cocer, son el dominio de las mujeres. En las aldeas conservadoras que hacen batik, el tinte azul índigo, que se deriva de las hojas blandas, se prepara y se almacena en las vasijas de barro; Las astillas de madera dura de Flamboyán que producen un tinte marrón se guardan en recipientes de metal.

En el pensamiento animista, hay poca distinción entre lo abstracto y lo concreto, o entre lo que esta vivo y lo que, según una interpretación científica del mundo, no lo es. En consecuencia, casas, barcos, armas, mascaras y marionetas interactúan con la potencialidad de la vida. Los textiles no son vistos como simples prendas de vestir, sino como indumentaria esencial en las ceremonias realizadas para invocar la fertilidad agrícola y humana; también ofrecen protección mágica a los que las usan en momentos de transición y peligro. El uso de vasijas de barro es parte integral de las ceremonias mas importantes; y la tradición asociada con los arboles y otras plantas que se utilizan en las casas, los barcos y otros objetos utilitarios son ricos en simbolismo. Las abstracciones, como el poder y, a veces, incluso el amor, se perciben como fuerzas dinámicas que actúan con bastante independencia de sus sujetos u objetos; por lo tanto, deben ser atraídos consciente y deliberadamente a habitar en personas y en objetos tales como armas.

Fuente: Arts and Crafts of Indonesia, Anne Richter

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